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La luz difusa es la que se dispersa sobre el cultivo desde todos los lados. Por lo tanto, se distribuye de manera uniforme, sin causar sombras nítidas en los cultivos. La luz difusa se produce cuando la luz directa se dispersa de forma natural (por ejemplo, por las nubes) o con medios artificiales (por ejemplo, un recubrimiento difuso).
La luz difusa se utiliza cada vez más en el cultivo de hortalizas y cultivos ornamentales en invernadero. Las investigaciones demuestran que la luz directa no es óptima para la fotosíntesis. Al aplicar la luz difusa, la luz se distribuye mejor sobre los cultivos. Esto se puede emular aplicando un recubrimiento difuso en el techo del invernadero. El recubrimiento no daña los cultivos y crea una mayor intensidad de luz sin desperdiciarla.
La luz difusa tiene una serie de ventajas para su cultivo:
Además, la luz difusa tiene una ventaja para los empleados del invernadero: la temperatura interior es más baja cuando se utiliza un recubrimiento difuso, lo que crea un clima de trabajo más agradable, especialmente en los días calurosos de verano.
Existen varias aplicaciones para obtener luz difusa en un invernadero, entre ellas la aplicación de un recubrimiento difuso. Esta es la forma más fácil, flexible y barata y, por tanto, la más utilizada. También se puede optar por equipar el invernadero con un vidrio difuso (es decir, un vidrio con un recubrimiento permanente). A diferencia de los recubrimientos permanentes, los recubrimientos difusos pueden eliminarse fácilmente al final de la temporada con un producto de eliminación. Una vez que la cubierta del invernadero esté completamente limpia, podrá volver a aprovechar toda la luz útil.
Especialmente en los cultivos de altura, como los tomates, pimientos y pepinos, la distribución de la luz no es óptima. En estos cultivos, las hojas superiores captan mucha luz, más de la que se utiliza para la fotosíntesis. En cambio, las capas inferiores del cultivo reciben muy poca luz, por lo que las hojas inferiores apenas contribuyen a la fotosíntesis y al crecimiento. La luz difusa penetra más profundamente en el cultivo y, por tanto, proporciona una mejor distribución horizontal y vertical de la luz. Esto aumenta la fotosíntesis, disminuye la temperatura de la parte principal en caso de alta irradiación y reduce así el riesgo de fotoinhibición. La fotosíntesis disminuye la temperatura de la parte principal a alta irradiación y, por tanto, reduce el riesgo de fotoinhibición. En el caso de los tomates, se puede conseguir un aumento de la producción de hasta un 10% con vidrios difusos, siempre que no se supere la transmisión de luz de la cubierta del invernadero. ¿Quiere saber cómo puede aumentar su producción mediante la luz difusa? Entonces descargue nuestro Informe Técnico para obtener más información.
