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Un factor importante para obtener un cultivo y cosecha uniforme es la creación de una homogeneidad climática. Esto significa que se busca una situación en la que la temperatura y la humedad muestren la menor diferencia posible en los distintos lugares del invernadero. La igualdad climática es importante porque garantiza un crecimiento uniforme del cultivo. Pero, ¿cómo se consigue mantener condiciones homogéneas dentro del invernadero? En este artículo, nuestro especialista lo explica.
El primer paso para crear un clima uniforme es determinar la situación actual: ¿hasta qué punto hay desigualdad climática dentro del invernadero? Mediante sensores, se puede medir la temperatura y la humedad en diferentes lugares del invernadero y así determinar dónde se encuentran los puntos cálidos o fríos.
Una vez definidos los puntos cálidos y fríos del invernadero, es importante que determine la causa de estas desigualdades. Una vez que conozca la causa, podrá tomar medidas y resolver el problema. Las causas más comunes de la desigualdad climática en el invernadero son la rotura de ventanas o aberturas en el invernadero, roturas en los laterales del invernadero, las zonas húmedas y la escasa capacidad de calefacción a lo largo de las paredes o exceso de ventilación.
Una vez identificadas las causas de la desigualdad climática en el invernadero, hay que comenzar a determinar cómo solucionarlas. En ese caso se puede optar por aplicar soluciones técnicas. En este caso, muchos agricultores optan por los ventiladores. Éstos garantizan el movimiento del aire en el invernadero y, por tanto, una temperatura y una humedad más uniformes. Puede ser que al crear movimiento de aire se produzca una mayor evaporación en el cultivo. Los ventiladores, en ese caso, aseguran una humedad uniforme, pero también incrementan esta, que en algunos cultivos podría causar problemas (como síntomas de deficiencias y enfermedades), así que es muy importante tener esto en cuenta también.
Otra solución técnica que podría aplicarse en este caso, para la creación de igualdad climática, es el Drygair. Esta instalación crea -al igual que los ventiladores- movimiento de aire, pero al mismo tiempo garantiza la deshumidificación del aire del invernadero, sin que la temperatura del mismo descienda. En este caso no se desperdicia energía, ya que la energía consumida se devuelve al invernadero, mientras que el agua extraída puede utilizarse para otros usos.
Además, se puede utilizar una caja de medición. Una caja de medición mide tanto la temperatura como la humedad del invernadero y envía estos datos al ordenador climático, sobre el cual el ordenador climático calcula la humedad relativa (HR). En base a esto, se puede ajustar el clima del invernadero, creando más igualdad.
Otra forma de crear igualdad climática es hacer que la luz que entra en el invernadero sea difusa. Así se consigue repartir la entrada de luz, llegando también a la parte baja de la planta y con una menor carga lumínica para la parte superior consiguiendo una mayor capacidad de fotosíntesis. Esto último tiene un efecto positivo sobre el balance hídrico y el equilibrio de asimilados en el cultivo. Esto, a su vez, reduce el riesgo de estrés en la planta y mejora la tolerancia al calor en un invernadero con ventilación limitada. Como resultado, los estomas de la planta permanecen abiertos y se absorbe más CO2, lo que se traduce en una mayor producción de foto-asimilados. Además, la temperatura en el invernadero es importante. Si la concentración de foto-asimilados aumenta, la concentración de CO2 también aumenta. Para encontrar el equilibrio adecuado entre ambos, es necesario aumentar la temperatura en el invernadero.
