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Estamos familiarizados con las algas marinas ya que es bastante común encontrarlas en la orilla de la playa. Pero ¿sabía que las algas contienen muchos minerales y hormonas? ¿Y que son útiles para la vida del suelo? En el sector de la horticultura, las algas se utilizan a menudo como abono para mejorar la resistencia de las plantas.
Cuando hablamos de algas marinas englobamos diferentes tipos de algas y plantas que se encuentran en el mar. Se reconocen por su color marrón, verde y a veces rojo. El uso de las algas marinas como fertilizante en la horticultura no es para nada nuevo. Se ha utilizado durante décadas. Si bien antiguamente, las algas solo las encontrábamos en la costa, hoy en día existe una amplia gama de productos que contienen algas.
La resistencia de las plantas puede mejorarse mediante el uso de algas marinas. Esto se debe a que intervienen minerales y microelementos esenciales como el fósforo, el calcio, el zinc, el sodio, el hierro, el magnesio y el azufre. Además, el alga común ascophyllum nodosum, contiene glicina betaína. Se ha demostrado que la glicina betaína aumenta la resistencia de las plantas, especialmente en épocas de estrés abiótico, como el estrés por sequía o las altas concentraciones de sodio. Como nuestros veranos son cada vez más secos, las algas podrían ser una buena solución. Además, una menor probabilidad de moho alrededor de las raíces de la planta podría ser el resultado de una forma de cultivo más "seca".
Sin embargo, esta no es la razón completa del éxito de las algas. En las algas se encuentran elementos naturales para el crecimiento, vitaminas, aminoácidos y enzimas. Todos estos elementos son utilizados por la planta para reforzar su resistencia. Como posible resultado, vemos que la producción de frutos o brotes son más grandes. Como las algas contienen diferentes microelementos, la fertilidad del suelo mejora al mismo tiempo.
Las algas no se consideran un fertilizante, y es por eso que muchos piensan que no aporta nada al crecimiento de la planta. Sin embargo, las algas cumplen con la teoría de los "elementos ausentes" y tienen varios efectos positivos tanto en la planta como en el suelo. Estas puntos a favor son:
Disminuye la posibilidad de carencias, debido a la mejora del aporte de nutrientes (especialmente hierro y manganeso).
Los componentes que pueden ser utilizados por la vida del suelo (lombrices, micorrizas, etc.) como fuente de nutrición, pueden ser añadidos al cultivo haciendo uso de las algas. Por ello, muchos productos que contribuyen a mejorar la vida del suelo, lo que también se llama inocular, contienen algas.
Las algas pueden añadirse a través de la fertilización foliar, a través de la solución en el depósito de fertilizantes o pueden añadirse a la maceta directamente. La mejor forma de aplicación depende del producto.
Por último, tenga siempre presente que la materia orgánica, como las algas, no debe entrar en contacto con los desinfectantes y las técnicas correspondientes. Esto, porque podría disminuir el funcionamiento de los productos orgánicos.
